Escuchar para rehacerme

Al igual que el roble subyace en la bellota, cada uno de nosotros lleva en su interior un núcleo, un alma, algo poderoso que demanda y espera ser vivido. Los griegos tenían una palabra "Daimons" para describir esa pasión, esa fuerza invisible que nos guía y nos acompaña en nuestra vida. Los romanos lo llamaban "Genius"

Del libro "Hazlo por ti, somos historias que contar" 

Germán González y Ana María Liñares

Resiliencia es esa capacidad que tenemos para llegar a ser roble, junco, rosal...Yo

La escucha es esa herramienta maravillosa que nos hace descubrir qué caminos, qué tierras pisar . Qué pasa a nuestro alrededor, qué puertas se cierran, que ventanas se abren. 

Estoy hablando de ese escuchar con todos los sentidos. Necesito empaparme de todo lo que hay a mi alrededor para entender, sopesar y saber qué quiero. Esta escucha es todavía más complicada que la de escuchar al otro. ¿Qué por qué? Porque nos exige calma interior en un momento de niebla intensa en nuestro corazón. En un momento en que sentimos el peso de la adversidad. Escuchar quien soy, cual es mi potencial, mi esencia, mis fortalezas. 

Esa situación exige autocontrol, paciencia, calma y mucho amor hacia nuestro propio Ser.

Podremos descubrir que lo que nos abruma muchas veces riega nuestra tierra fértil para alcanzar nuestra pasión. 

Quien sabe si podremos escuchar la voz de una amiga valorando nuestro don, nuestra capacidad, aquella que habíamos olvidado al estar tan atareados.

Podremos sonreír, disfrutar y agradecer las cosas de la adversidad.

Y ahí, con la escucha estaremos poniendo ladrillos de resiliencia para poder crecer y Vivir.