El regalo de la soledad

16.04.2020

Querida amiga:

Conoces a muchas personas que en este momento están en soledad. Trasládales mis palabras si te parecen oportunas.

Quizás parezca raro el título, pero las que hemos pasado por esa estación vital, la soledad, sabemos que es dura de atravesar, pero que trae mucho aprendizaje y mucha paz, si eres capaz de aceptarla y  acoger lo que trae.

Claro la frustación y el sufrimiento está cuando comparamos lo que tenemos con  la idea de lo que pensábamos para el ahora. Esa comparación nos hace sufrir. Pero amiga, si puedes concentrarte y agradecer lo que tienes, es un momento Grande en tu vida. Grande sí y hablo con conocimiento de causa. La he llorado con amurgura, pero también me he encontrado conmigo.

Puedes pararte a sentir tu presencia. Estás, Eres. No te queda otra pensarás, pero si descubres la hondura de esa palabra Ser, te emocionará desde lo más profundo de ti misma. Por suerte somos más de lo que nos damos cuenta y estamos unidas al Universo entero. Eso es grande, muy grande.

Quizás en este momento no haya presencia física de personas queridas, o las que esperabas no han querido estar o no pueden, están en su afán diario y vital. Pero tú sabes que quieres y has querido a muchas personas. Hoy, seguramente hay ángeles a tu alrededor cuidándote. Igual no les conocías antes, pero están ahí, reconócelos. Atrévete a mirarlos como los compañeros de viaje que te han tocado en este día. Ámalos. Amar y agradecer en el día a día es lo que nos hace felices, nos llena por dentro.

Se puede ser feliz en todas las circunstancias, si las aceptamos y vivimos lo que nos toca. Las circunstancias cambian constantemente, las personas vienen y van, como nosotros estamos y no estamos. Aprende a estar contigo y sonríe a quien le toca estar hoy más cerca de ti. Igual eres tú misma. Busca la paz del corazón, del alma. Podemos ser un regalo para los demás, una palabra, un sonrisa, nuestra actitud. 

La soledad cuando la aprovechamos es un don, nos trasciende, nos hace agradecidos y bendecimos a los demás. Vívela desde la paz de estar contigo misma. Este tiempo también pasará. 

Un abrazo.

Nerea