Con lágrimas en los ojos

12.04.2020

Queridas compañeras. 

Mis respetos desde mi confinamiento. 

Ayer me emocionaba al escuchar en las noticias el buen cuidado de muchos profesionales sociosanitarios. Se habían adelantado a las medidas tomadas a nivel de estado y habían impuesto protocolos de aislamiento general, consiguiendo así contagios cero. 

Me vinieron a la cabeza tantos nombres propios de personas a las que he atendido. Personas que me han enseñado tanto sobre la vida , la muerte, el dolor, el trabajo, la esperanza y la alegría de vivir. 

Ayer lloré emocionada por las personas salvadas al ser la prioridad de sus salvadores: directores, personal sanitario y sociosanitario. 

También lloré al ponerme en la situación de todos los profesionales que han visto morir a personas queridas, residentes, usiaros, porque la infrestructura social no les ha dado la prioridad necesaria. ¿Cómo van a curar esas heridas todo este personal cuidador?

Un mundo de contradicciones, sin duda. Ojalá se refuerce lo que muchos ya sabemos: que aunque cumplimos años seguimos siendo muy valiosos y tenemos mucho que aportar; que la Vida Vale más allá que lo productivos que seamos en un momento dado, que el valor del camino recorrido, de la experiencia, del Ser es lo verdaderamente valioso.

Mi interrogante es: ¿Cómo les cuidamos? ¿Qué modelo estamos implantando? Porque mañana seremos nosotros.

Gracias al personal que atiende a las personas mayores y dignifica su existencia.